¡Quien
no se acueste temprano los reyes magos no le traerán juguetes porque no podrán
entrar a la casa! se escuchaba decir a nuestros padres la noche anterior al día
de Reyes, cuando brillaba la inocencia de los niños pueblerinos de los años
cincuenta y sesenta, quienes a las siete de la noche se iban a soñar con la
llegada de Gaspar, Baltazar y Melchor encaramados sobre sus camellos cargados
de los juguetes que les habían solicitados en sus cartas
Alpargatas
y zapatos con las cartas dentro se colocaban en el poyo de la ventana o detrás de
las puertas de entrada a la casa y en la de madrinas o padrinos, y donde
algunos vecinos donde les llegaba el ansiado regalo a donde los inocentes niños
de dirigían bien temprano en la búsqueda del juguete apenas despuntaba el sol.
Los
juguetes preferidos por las niñas consistían en muñecas de trapo o celuloide,
juegos de costura, de cocina, maquinitas de coser, juegos de café, entre otros.
Mientras que los varones se inclinaban por las bicicletas, que en la mayoría de
los casos no les llegaba por el alto costo de éstas, velocípedos, caballitos,
trenes, pelotas, guantes, bates de béisbol y las pistolas con cartucheras para
jugar imitando a Red Ryder o Roy Roger, héroes de las películas de vaqueros. Y en
algunos hogares dentro del zapatico o la alpargata de goma o suela les aparecía
una moneda de un bolívar porque los reyes no habían encontrado el juguete
solicitado por ellos…
Los
inocentes de aquella Guacara pueblerina salían en carrera por las calles de
tierra para ver las huellas que en la noche habían dejado los camellos de los
reyes cuando llegaron cargados con los juguetes, escuchándose desde el amanecer
la algarabía mostrando sus juguetes y jugando entre ellos.
Las
escuelas reiniciaban sus labores docentes el día siete y hasta allá los niños llevaban
los regalos de los reyes para compartir con sus amigos en las horas del recreo.
Transcurrieron
los años y aquella bella tradición de esperar la llegada de los reyes magos se
fue perdiendo, cambiándose por la llegada del Niño Jesús el día de la Navidad.
Testimonios
y vivencias de la Guacara de ayer.
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